MI CORAZÓN EN UN PAPEL
Javier Palacios, IDI, 2 semestre
Ganador del Concurso de Cuento Corto
No sabía qué escribirte, es difícil decir palabras honestas, mostrar quiénes somos, duele si nos fallan, queremos que nos amen por quienes somos, pero nos aterra mostrar nuestro verdadero yo.
Te conocí por casualidad del destino, quiero estar contigo como si fuese un mandato de este, te vi por primera vez sin prestar atención, sin embargo, poco a poco quien eres fue deslumbrando mi camino, ahora estoy sentado frente a un papel, tratando de plasmar mi alma para ti, con el gesto de amor mas profundo deseo decirte lo que pienso.
iba en el metro, en mis profundos pensamientos, noche fría, cansado de una vida tan aburrida y cotidiana que nadie quisiera escucharla, hasta que entraste tu en ella y la convertiste una historia que, aunque nadie quiera escucharla, para mí es la más hermosa jamás contada.
El metro, como siempre con pestilente aroma incomodaba a más de uno, todos con sus vacíos rostros, no parecía que hubiera vida alguna en este.
Estación tras estación, subían y bajaban, yo no parecía si quiera acercarme a mi destino, sin sentido y vacío en mi vida, se abrieron las puertas de una estación más, puertas que me traerían un nuevo destino, pues estabas tú.
Aún recuerdo aquella vez, que en su momento no fue para nada especial, una chica que para muchos parecía inalcanzable, destacabas en todo el lugar, sin embargo, para mí, un desdichado, fuiste tan impresionante y a la vez tan imperceptible como el mismo sol que día a día ilumina nuestro camino, pero a la vez siempre pasamos desapercibidos, podría dejar de existir y en nuestra absorbente monotonía no lo percibiríamos pues nuestras vidas no son mas que noches interminables.
El destino no lo dejaría ahí, descubrí que trabajamos en el mismo lugar, eras una recién llegada, tu primer día de trabajo, llena de ideas y ganas de ser mejor, me inspiraron a trabajar aún más, quien tú eres, me evocó un ferviente deseo, de estar a tu lado, sin yo siquiera entender del todo por qué.
Me acerqué a ti por un simple mensaje, me esforcé por siquiera poder estar un poco mas cerca de ti, día a día, entre risas, entre juegos, sin imaginar, poco a poco fuiste deslumbrando mi camino, hasta que caí en cuenta de la gran fuerza con la que brillas.
Conforme me voy acercando a ti, más temo por mí, más vulnerable soy, muchos tratan de impedirlo pues te desean, me preocupa qué puede llegar a pasar, sin duda te protegeré, pero ¿quiénes son ellos para interponerse en algo que solo es de nosotros dos?
Pasaron más días, no sé qué hago bien o qué hago mal, temo fallar, me aterrar que no me veas a mí, hago lo mejor ¿pero es suficiente? Sé quién soy, ¿por qué estoy actuando así?
No tenía claro qué sentía por ti, hasta que, sin darnos cuenta, nuestras almas jugaron bajo el velo de la luna, solo el despertar del sol pudo detenernos. Ser quien somos, sin obstáculos, tu alma frente a la mía, caricias mas haya de las físicas, una noche con más pasión que el sexo mas alocado, pero más profunda de lo que muchos podrán comprender, pues era mi corazón diciéndole al tuyo quién era en verdad.
Se acerca el momento en el que te entregue esta carta, no hay ningún otro motivo más que el de plasmar mis sentimientos e inmortalizarlos, no sé qué pueda llegar a pasar, solo sé que a donde vayas yo iré, sin importar qué, te protegeré, no sé qué vaya a pasar, pero siempre lucharé por estar un día mas a tu lado.
Se acerca la hora, mis manos y pies tiemblan, quiero huir, tengo miedo a perder, te cité sin decir nada, con la idea de dar una sorpresa.
Se acerca el momento, los días han pasado desde la primera vez que te vi, mi vida dio un cambio que jamás imaginé al verte llegar.
Voy una vez más, en el metro, todo brilla como nunca lo ha hecho, el mismo metro de siempre, ansió llegar a mi estación, a donde volteo todo está lleno de vida, ¿qué has hecho? Lo que eran miradas vacías, ahora son miradas de esperanza, lo que era un trayecto sin sentido, ahora se ha convertido en el camino que ansío recorrer, tú eres el motivo.
Por fin llega mi ansiada parada, camino como si fuera hacia una nueva vida, una nueva vida que solo alcanzaré si salto hacia el vacío, no sé qué pasará, no me importa ya, solo quiero que lo sepas.
Te veo a lo lejos, sé que el momento está cerca, me corazón se acelera, te saludo como de costumbre, hoy brillas tanto, como siempre lo haces, saco de mi bolsillo la carta que tanto preparé, veo en tu rostro la intriga que esto te genera.
Ten, por favor léela, dije sin más.
Los segundos desde que tomas la carta y comienzas a leerla hasta que terminas, son eternos, veo tus ojos recorrer el papel que te di, no muestras una reacción concreta, temo haber cometido un error.
Mi corazón cada vez late más rápido, en el momento que te conocí jamás creí poder sentir algo así por ti, sé que estás por terminar de leer la pieza de mi corazón que te di y aún no muestras una reacción.
Volteas a verme, solo eso, por ahora no haces ninguna reacción, no sé qué decir, mi corazón está a punto de salir de mi cuerpo, quiero correr, quiero abrazarte, quiero gritar lo que siento.
Tus ojos comienzan a humedecerse, no sé si es buena o mala señal, estás por decir tu respuesta, no sé si cometí un error o no, pues de tus labios no sale ningún sonido, solo me miras, esbozas una sonrisa, no sé cuál sea tu respuesta, solo sé que yo encontré la mía.
No puedo ocultar mis sentimientos, tampoco huir de ellos, ellos son parte de mí, sin importar qué, lo que yo siento por ti, depende de mí, y sin importar qué, ahora quiero estar a tu lado, lucharé por estar cada día a tu lado.